F. 1: "Cartas circulares de los superiores generales de la congregación de la Misión. Tomo I. Barcelona. Año 1661".
F. 2-[4v] (p. III-VIII): "Índice de las cartas circulares [afegit: de superiores generales del tomo 1º]". Inc.: "Prólogo". Expl.: "Nota, pág. 429".
F. 5 (p. IX): "Prólogo". Inc.: "Como acostumbran los superiores generales de la congregación de la Misión pasar cartas circulares a todas las casas de la misma congregación, ya en su promoción al generalato, ya después de cada asamblea general, así como en el principio de cada año". Expl.: "para poderse encontrar cuando convenga. Vale". Al revers del foli s'ha copiat a ploma: "+ Pater Filiis notam faciet voluntatem tuam (Isaiae 38, v. 19). Venite Filii audite me, timorem Domini docebo vos (Psalm. 33, v. 12)".
F. 6-219 (p. 1-428): "Cartas circulares de los superiores generales escritas a las casas de la congregación". "Del señor Renato Almeràs. Da noticia a la congregación de su elección al generalato. 4 febrero 1661". Inc.: "Después de la muerte del señor Vicente, nuestro honorablíssimo padre, di noticia de aquella común pérdida y de cómo me dexó encomendado el govierno de la congregación". Expl. [carta del S. G. Caylà, donada a Roma a 1 de gener de 1798]: "de aquella dichosa patria que dará fin a nuestros trabajos y coronará nuestra paciencia. Yo soy con un sincero afecto en el amor de nuestro Señor. Señores y mis caríssimos hermanos, vuestro humildíssimo y obedientíssimo servidor, Caylà, ind. sacerd. de la congregación de la Misión, S. G.".
F. 220 (p. 429): "Nota". "Habiendo con motivo de la revolución de Francia tenido que escapar de París el muy reverendo señor Caylá, superior general de nuestra congregación, se fue a Roma, desde donde escrivió la última carta circular, gobernando desde allí la congregación. Murió después allí mismo dicho señor, y habiéndose la revolución difundido por casi toda la Europa y agitado nuestra España desde el año 1808 hasta el de 1814 por la larga guerra llamada de Independencia, que había impedido toda comunicación con los nuestros de Roma, no se recibió carta alguna circular hasta que dissipadas las guerras, vuelta la paz a Europa y restituídos a sus tronos los soberanos, y el soberano pontífice de la Iglesia el santo padre Pío VII, de feliz memoria. Este papa constituyó por vicario general y cabeza de toda la congregación (especto en Francia) al señor Carlos Domingo Sicardi, quien el año 1816 comenzó a enviar sus cartas circulares acostumbradas, que se continuarán en el tomo siguiente". |
