DICCIONARI D'AUTORS I OBRES DE RELIGIOSOS CARMELITES DESCALÇOS A LA PROVÍNCIA DE SANT JOSEP DE CATALUNYA I TERRES DE PARLA CATALANA (1586-1835)

 

Josep de Sant Tomās d'Aquino, Amat (1688-1755)

Josep Amat nasqué a Sabadell l’any 1688. Era fill de Macià Amat, confiter, i de la seva esposa Esperança Amat, de Terrassa.

Vest.: 20.12.1704. Prof.: noviciat de Barcelona, 21.12.1705, als 17 anys d’edat.

Prior de Mataró, prior de Barcelona el 1739, tres vegades prior de Tarragona.

En la vida religiosa fou modèlic. Va morir, en opinió de santedat, a Barcelona, el 17.1.1755.

Era oncle d’Antoni i Felix Amat, que sovintejaven el convent de Sant Josep -on, a més, Antoni Amat tenia el seu director espiritual- i consultaven la seva biblioteca, segons que recull Fèlix Torres Amat.

Del diccionari de Fèlix Torres Amat:

“AMAT (D. José), ó sea Fr. José de Santo Tomas de Aquino, carmelita descalzo, natural de Sabadell. En el libro de profesiones de hábitos del convento de Barcelona se halla la siguiente partida: En el 21 de diciembre de 1705 profesó solemnemente en el coro, delante la comunidad, el hermano Fr. José de santo Tomás de Aquino de edad de 17 años, llamado en el siglo José Amat, etc. En el libro donde están inscritos los priores se dice que fue elegido prior de esta casa en el capítulo general celebrado en Pastrana á 25 abril de 1739. Y para avisar su muerte se pasó la circular siguiente, que copiaré entera, esperando que los lectores disimularán el que me extienda en este artículo mas de lo regular llevado de afecto hacia mi virtuoso pariente.

'J. M. J. Pax Christi, etc. Mi amado P. Prior. El día 17 del corriente a las cinco de la mañana trasladó Dios á la eternidad el alma del P. Fr. Josef de santo Tomás de Aquino, natural de Sabadell, obispado de Barcelona, y profeso de este convento. Tenia de edad 67 años y de profesión 49. Su última enfermedad fue una hinchazón por todo el cuerpo, que dándole al corazón, en breves días le privó de la vida. Recibió los santos Sacramentos con grande consuelo de su alma y edificación de todos, repitiendo con frecuencia el de la penitencia, y siguiendo á la comunidad en las oraciones que ordena la Iglesia hasta la recomendación del alma. Así en prendas naturales como gratuitas fué religioso admirable; por lo que la religión le empleó una vez en el oficio de prior de Mataró, otra vez de este convento, y tres para el de Tarragona; en el de socio para el capítulo general, o el de maestro de novicios, y en todos sirvió con raro ejemplo. En otros mayores le hubiera empleado, á no faltarle la salud y huirlos su humildad. El complexo de sus prendas así en virtud como en letras, sin hacer agravio a nadie, es fama en la Provincia haber sido de los mejores sugetos que se han conocido en su tiempo. Su trato dulce, su entereza inflexible, su discreción atendida, su prudencia admirada; amigo de la verdad, enemigo de la doblez, pacífico, morigerado y pronto para el consuelo de todos. Dende novicio se le advirtió él ánimo tan fervoroso para la virtud que siempre ha sido tenido por religioso ejemplarísimo, venerado por norma de ella, y como atestiguan muchos, ha sido siempre santo. Habiéndole Dios dotado de entendimiento vivísimo y de natural placentero, siempre le ha hecho guerra para sujetarle á la virtud. En la observancia regular (lo que permitía su salud) ha sido siempre firme columna, así súbdito como prelado. Siendo maestro de novicios, era singular en las vigilias, inexorable en la penitencia, peregrino en el fervor, novicio en las asperezas, y en todo ejemplar. Siendo prior de Tarragona, las dos veces que el lllmo. Obispo de Lérida se dignó hospedarse en nuestro convento para asistir al sínodo Tarraconense, decía este venerable prelado á los religiosos: En cualquier hora que vaya al coro, sean las das, las tres, las cuatro, siempre hallo en el al P. Prior, y por mas que procure yo ser el primero nunca puedo adelantarle. Aliara en los últimos meses, por más exento que fuese y pudiese comer carne, nunca dejaba de tomar disciplina y asistir á ella en los días señalados por la ley. En el silencio que ella prescribe fue tan puntual, que ni el tiempo ni en lugares prohibidos se le ha notado la menor falta. En la humildad en huir los oficios de la orden, fue singular, pues siendo notoria á todos su aptitud, tanto por su virtud como por sus letras y prudencia se le ha hallado un papel escrito de su puño y dirigido á un prelado superior que dice: motivos e impedimentos por los cuales en conciencia no puedo ser prelado, que es edificación ellceile, y quisiera que se leyesen en todos los conventos para el ejemplo y para el desengaño. La cruz de los trabajos interiores de escrúpulos con que Dios le probó y purificó su alma en estos años últimos, ¿con qué alegría, con qué humildad, con qué paciencia, y con qué resignación la llevó? Solo puede decirlo quien trató de secreto su alma. Fue verdadero carmelita descalzo en el trato de la oración; era muy parco en el sueño, el demás tiempo le gastaba en el coro ó en la celda en continua oración y a presencia de Dios. Tan fiel hijo de Nra. Sta. Madre en la abstracción de criaturas, y en el trato de seglares, que solo les trataba como ella nos avisa para el bien de sus almas. En los tres votos sustanciales fue muy reparado. En el de la pobreza reparaba tanto que aun en lo necesario y con licencia del prelado escrupulizaba el usarlo. En la castidad vigilantísimo, y en la obediencia tan pronto, que como á voz de Dios obedecía á la del prelado. Para prueba de su caridad, basta decir que en once años que un religioso que vivió con él, y le observó sus palabras, nunca le notó la menor queja ni palabra de murmuración de ningún prelado ni de ningún súbdito. Otras muchas virtudes podrían decirse que omito, ya porque su humildad las encubrió, ya porque á quien comunicó su interior le pidió el secreto, aun para después de muerto. La devoción que tuvo á la sagrada Humanidad de Cristo, y la sagrada Familia, era tiernísima. A Nra. Sta. Madre veneraba con cordial afecto, á las santas almas del purgatorio y á Sta. Inés virgen y mártir; y según probable y moral conjetura, se persuade que alguna vez se le apareció y visitó la Santa. Sin embargo como la fragilidad humana tiene sus quiebras, y el juicio divino están estrecho, sírvase V. R. se le hagan los sufragios que prescriben nuestras leyes , y á los que quedamos encomendarnos á Dios, que guarde á V. R. en su gracia. Barcelona y enero 18 de 1755. Siervo y H°. de V. R. Fr. Josef de la Presentación’.

Son de nuestro Amat las décimas, octavas y cuartetas, que se leían encima las puertas y en otros paraje del convento de Barcelona y otros de Cataluña, que tenían mucho mérito por la unión de la piedad con la belleza del estilo que se veía en ellas. En la biblioteca de Tarragona existia un Ms. de letra suya con el título Tratado de los tres votos religiosos. Y con el de motivos e impedimentos por los cuales en conciencia no puedo ser prelado, nos queda de el un largo escrito dirigido á su superior general, en el cual toca puntos muy delicados sobre la observancia de la vida religiosa, que prueban su virtud y saber”.

 

OBRA

1. Tratado de los tres votos religiosos.

Ms. Es conservava a la Biblioteca de Tarragona.

2. Motivos e impedimentos por los cuales en conciencia no puedo ser Prelado.

Ms.

3. Un largo escrito dirigido a su Superior General.

Ms.

4. Las décimas, octavas y cuartetas.

“[...] que se leían encima de las puertas y otros parajes del convento de Barcelona y otros de Ca¬taluña (que tenían mucho mérito por la unión de la piedad con la belleza del estilo)” (Torres Amat).

 

BIBLIOGRAFIA

Torres Amat, Fèlix. Vida del Ilmo. Sr. Félix Amat, arzobispo de Palmira. Madrid, 1835, p. 4, 7, 30. // Íd. 1836: 36. // “El P. José de Sto. Tomás de Aquino”. El Monte Carmelo, VI (1.8.1905), p. 579 [“por el Doctor Torres Amat, y transcrito por el P. José de San Juan de la Cruz”]. // Beltran Larroya 1952: 79-80. // Íd. 1986. // Íd. 1990.

[MGC]

 

 

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