Maria Àngela Martí Vilanova va néixer a Barcelona el 1664. Era filla del doctor Josep Martí Ferran, del Reial Consell, i d’Alberta Vilanova, habitants de Barcelona, “de toda nobleza”. El 1651, Josep Martí Ferran demanava títol de noble a Catalunya. El pare va estar casat també amb Isabel Riba.
Néta del doctor Jaume Martí, autor d’un Discurso apologético contra la Noticia universal de Cattalunya, una resposta a l'obra de F. Martí Viladamor publicada el 1640. Germana del militar i mestre de camp Tomàs Francesc Martí Vilanova; segurament germana o germanastra de Jerònima Martí i Isabel Joana Martí i Riba, monges del convent de Jerusalem de Barcelona.
Vest.: 8.9.1687, quan el seu pare ja havia mort. Prof.: 9.9.1688.
Va morir el 2.3.1722.
“Era de vivo y agudo entendimiento, todos los que la tratavan gustaban de su trato y en la conversación de sus agudezas. Ella estaba pagada de ello, y gustosa en sus entretenimientos. Embióle el Señor una enfermedad que le puso a los últimos, pero como era para sacarla del mundo, salió de ella, y con tal desengaño que luego trató de dexar el mundo y ser carmelita descalça [...] su confesor dijo que no había tratado ni hallado ninguna tan enamorada de Dios, éste le desahogaba con componer, y era tan asertada la poesía o metro, como devota, al parecer de los entendidos [...] tenía muchas habilidades, qualquier labor, por dificultoso y primoroso lo sacaba luego puntual”.
A Luz de verdad, crònica conventual de les carmelites descalces de Barcelona de la guerra de Successió, s’esmenten alguns episodis de les visites al convent de l’arxiduquessa Elisabet-Cristina i les habilitats que ensenyà a la religiosa:
“Trabajava su majestad divertiéndose en hazer unes cintas o cordones que usavan ponerse en los vanos (abanicos) de mucho primor y sutilesa, quería su majestad que las religiosas lo aprendriesen y assí lo hizieron todas, poniéndose por aprendisses de su majestad, y entre todas las que se sanyaló en tomar presto el oficio fue la madre Mariángela de Sant Joseph, religiosa de grande ingenio, virtudes y noblesa, la qual a la primera explicación de su majestad se llevó el arte de hazerlo, pues era tal su gracia y habilidad que, por difícil que fuesse qualquier cosa de labor, con la ensenyansa de una sola vez se lo llevaba, venciendo todas las dificultades; y no me admiró, pues por la mesma fortuna lograva en los empleos de las cosas del alma, que aparecía vencer los imposibles y exceder con virtud al que no podía llegar el discurso natural, y a vista de su grande aprehención luego puso mano en la obra y hizo una cinta o cordón con el qual adornó una cocharita de poner agua al cáliz, igual al labor de su magestad [...].
El día de Nuestra Madre Santa Teresa volvió su majestad a honrar esse real monasterio y autorizar la fiesta con su real presencia como las demás vezes se á referido, y después de concluida la fiesta, estando en recreo con las madres y señoras asistían, tan de su palacio como parientes de dichas madres, le ensenyaron el cordoncillo avía hecho dicha Madre Mariángela de Sant Joseph, y dixo su majestad: ‘Está muy bien, á sido muy buena discípula, a más de su habilidad no podía ser menos con tan buena maestra’. Después de ensenyado este cordoncillo sacó su majestad otro de oro y carmesí, con su borla, obra también de sus reales manos, y se puso en una llave de plata, que tiene dicho monasterio por el sacrario”.
OBRA
1. Poesies.
No conservades.
BIBLIOGRAFIA
Martí i Viladamor, Francesc. Escrits polítics del segle XVII, I. Vic: Eumo, 1995. // Baró i Queralt, Xavier. La historiografia catalana en el segle del Barroc (1585-1709). Barcelona: PAM, 2009, p. 147. // Gras, M. M. 2013c.
ARXIU
ACA, Consell d’Aragó, llig. 303, n. 35. // BC, AH Capses 1, 13 i 24 (documentació sobre la família).
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